La Solana es un pueblo de la provincia de Ciudad Real, que
cuenta con una gran tradición religiosa. Durante la Semana Santa la gran parte
de sus habitantes se involucran en las actividades que se realizan en la ciudad
como pasos y procesiones.
Historia de las Cofradías
La aparición de las cofradías en los pueblos y comarcas del
Pirineo catalán (Ribagorça, Pallars y Vall d’Aran) se enmarca dentro de un
movimiento asociativo iniciado en el siglo XVI, encaminado a hacer frente común
ante las pestes y otras adversidades. Las cofradías eran asociaciones
profundamente religiosas y devotas al santo que las había originado, pero por
encima de esto, eran asociaciones asistencialistas y gremiales. Los cofrades
hacían una aportación de una cuota anual en metálico o en especie y, a cambio,
tenían derecho a percibir servicios médicos de atención a enfermos y
enterramientos. La aparición de hospitales y cementerios con nichos, hizo
innecesaria esta misión y los cofrades se constituyeron en sociedades
gastronómicas.
En la Cofradía de San Sebastián de Pont de Suert,
participaban tanto los miembros de familias del pueblo como de otras casas de
la comarca, especialmente las poblaciones que se encontraban bajo el dominio
del monasterio de Lavaix. En Pont de Suert había otra cofradía con la misma
finalidad, las mismas obligaciones y el mismo tipo de cofrades, pero estaba
bajo la invocación de San Eloy.
Cada año durante tres días, del 19 al 21 de enero, Los más
de cuatrocientos miembros de la Cofradía de San Sebastián, se reúnen y hacen
una fiesta culinaria, con productos típicos cocinados siguiendo la tradición
del pasado. Productos de la tierra y también elaborados con cordero y embutidos
denominado Girella. A las comidas solo tienen acceso los hombres y son
preparadas por las mujeres de los priores, que son los responsables de la Junta
de Gobierno de la cofradía que se renuevan durante la fiesta. La forma de
renovación es muy singular: se reparten naranjas a todo el mundo en el postre
del día 21 de enero, menos a dos personas que se les dan sendas manzanas y, a
partir de ese momento, son los nuevos priores de la cofradía. Este cargo es irrenunciable.
Quinientos años después, en el año 2003 nace la Federación
Española de Cofradías Vínicas y Gastronómicas FECOES, a instancias de varias
cofradías amigas, que consideraron la forma federativa como la más idónea para
preservar las costumbres gastronómicas y mantener los lazos de amistad entre
sus miembros.
Tras los acuerdos de mayo en Segovia de 2004, ve la luz la
FECOES y su fundación el 23 de Octubre de este mismo año en la ciudad de
Burgos, teniendo entre sus objetivos el de fomentar y desarrollar los numerosos
recursos agroalimentarios españoles, ensalzar sus extraordinarias cualidades, y
animar al consumo de los mismos destacando, sobre todo, su peculiaridad y
caracteres diferenciados en las diferentes Comunidades Autónomas.